Hidalgo, un festín para los sentidos: la apuesta por consolidar ‘Pueblo con Sabor’

La gastronomía hidalguense es un mosaico de sabores, colores y texturas que despiertan el paladar y cuentan historias a través de cada platillo. Desde el zacahuil, cecina con enchiladas, el mole, la barbacoa hasta los escamoles y el mixiote, cada receta es un legado transmitido de generación en generación. Pero más allá de su riqueza culinaria, la comida es también un motor de desarrollo y una puerta abierta al turismo.

Consciente de su impacto, el Diputado Julián Nochebuena ha presentado una iniciativa para fortalecer legalmente el distintivo “Pueblo con Sabor”, otorgando a esta insignia un marco normativo que garantice su promoción, transparencia y permanencia como un sello de identidad y orgullo para los municipios hidalguenses.

Más que un nombramiento, un compromiso con la tradición

La propuesta del legislador huasteco busca no solo reconocer la diversidad gastronómica del estado, sino convertirla en una herramienta de dinamización económica, permitiendo que los municipios con esta distinción potencien su oferta turística y atraigan a más visitantes.

Para asegurar su credibilidad, la reforma propuesta de Julián Nochebuena contempla la posibilidad de retirar el distintivo a aquellos municipios que no cumplan con los estándares requeridos, garantizando así que “Pueblo con Sabor” se mantenga como un sello de excelencia culinaria. Además, otorga a la Secretaría de Turismo de Hidalgo las facultades legales para establecer reglas de participación y calificación claras, evitando cualquier opacidad en el proceso.

“Un Pueblo con Sabor es más que un distintivo, es historia, cultura, herencia y una manifestación de lo que somos, de dónde venimos y lo que debemos preservar”, destacó el diputado Julián Nochebuena.

De aprobarse esta iniciativa, Hidalgo no solo enaltecerá su riqueza gastronómica, sino que consolidará su cocina tradicional como un atractivo turístico de alto impacto, permitiendo que más personas descubran, degusten y se enamoren de los sabores que han dado identidad a sus pueblos a lo largo del tiempo.

Porque cada platillo es un viaje, y cada bocado, una historia. Hidalgo, un destino con sabor.